POSTDATA: «A gigantic spectacle of pure hallucinatory craziness» (de The Guardian, acerca de «Blade Runner 2049»)

Pueden leer el artículo aquí: si saben, claro. Al Sr. Rajoy se lo tendrán que traducir… ¡Yo no me la perderé!: soy un admirador de la original desde que se estrenó; y, últimamente, también del Sr. Villeneuve. Asimismo, soy de los que se preguntan cómo el autor de «Alien» o de «Los duelistas» no alcanzó, ni de lejos, semejantes niveles en prácticamente ninguna de sus películas posteriores, indudablemente certeras en lo técnico y muy, muy profesionales. No obstante, me encantó la versión íntegra de «Legend», las cosas como son: la que pudimos ver en su estreno algunos (me temo que lo disponible actualmente ha sido mutilado por el autor o la productora).

¿Se están enterando de algo?… Hablo de «supremacía»: una vez más, sí; de cómo la cultura anglo-sajona ha impregnado la cultura (más tarde reflexionaré sobre el muy oportuno título del artículo de Peter Bradshaw), la economía del mundo: la mente, en definitiva, de todos. Mi ventaja, como «colonizado», es que desde mi posición observo algo más que la predominancia del Poderoso: también me enriquecen mis experiencias y mi bagaje intrínseco. En España, desde luego, tenemos para dar y tomar de estas delicias; pero se han denigrado tanto que ese bagaje -lleno de glorias, sombras y, en definitiva, de matices enriquecedores- nos parece avergonzar un poco a todos: los efectos, también, podríamos decir que han sido no sólo duraderos, sino permanentes; en un proceso diabólico, que ha parecido siempre retro-alimentarse. Sin inocencia, secularmente, lo han ido perpetrando y amplificando los «pérfidos felones» de Albión, sin duda, que se aplicaron a fondo en su papel de enemigos: hasta ahí, todo normal… Lo más pernicioso, lo más dañino y doloroso, sin embargo, no llegó de allende los mares del norte: desde hace algo más de un siglo, han contado con la inapreciable colaboración de los «nacionatas periféricos» que huelga mencionar. ¿Alguien tiene alguna duda al respecto?: ni los sajones, ni vascos o catalanes, las tienen en absoluto.

Veamos: a los sajones les encanta ver cómo las naciones que les pueden hacer sombra (o pudieron: este pasado duele), se desmembran: Punto 1.

A los sajones les encanta dar lecciones: lo cierto es que la Historia les ha dado la razón, aunque su prepotencia sólo es equiparable a su maldita suerte. Sea como sea, no considero a la «raza hispana» como eso que ellos simplifican y ridiculizan de forma grotesca: razón por la cual me hace hervir la sangre leer las listas de Premios Nóbel de Ciencias y cosas así… Imagino que saben por dónde voy (¡¡¿¿QUE NO HA HABIDO TIEMPO SUFICIENTE PARA HACERNOS VALER EN 40 AÑOS DE DEMOCRACIA??!!… ¡¡POR DIOS, QUÉ VERGÜENZA!!). Y esto ha sido el Punto 2.

Punto 3: a los sajones les encanta el «merchandising», el alarde vistoso de una buena imagen corporativa… Mientras «Catalonia» creaba la suya (¡siendo tan españoles como el que más, ojo!; ¿eh, Pujol?), España renqueaba dispersa, como es habitual en ella, lastrada por los que se ceban y empeñan en su destrucción: corruptos cancerígenos, oligarquías cortas de vista, codiciosas y egoístas; políticos pusilánimes, incoherentes, inconstantes o incompetentes, si no corruptos, codiciosos y criados por la propia casta oligarca… Con este panorama, ¿es posible crear un buen producto y venderlo?… ¡Mientras exportábamos al mundo el «furbo», la gastronomía «española» de los de siempre, la bendita paella, Benidorm y lo simplemente exótico, nos creíamos campeones de la «Marca España»!… ¡Patético!

Podría seguir añadiendo puntos, pero yo creo que no merece la pena: los lectores inteligentes me han entendido más que de sobra.

Lo cierto es que el Punto 4 podría ser uno nada original: la dignidad, el potencial y la identidad no acomplejada de una España coherente y expansiva ha estado siempre a expensas, lastrada, por el «negociado» periférico de los díscolos del extrarradio. Mientras tanto, la estepa mesetaria y los puertos secundarios hemos transigido, hemos tragado: es lo que hace el pobre debilitado por el peso de los hechos, ¿no es así?… A éste se le lleva décadas -más bien, siglos- asegurando que la riqueza de los ricos, su incremento geométrico y sin freno, nos acabará «contagiando», por «goteo» u ósmosis, a los más desfavorecidos… ¿De qué me suena esto, multinacionales españolas, que tanto pecho sacan cuando hacen públicos sus beneficios?… ¿Me han bajado la cuenta de los servicios mínimos e ineludibles?; ¿los gastos domésticos más esenciales?… ¡¿Nos han bajado o eliminado los bancos las comisiones, ofrecido el pago de intereses A NUESTRO FAVOR, por NUESTRO dinero?!… ¿Nos han ofrecido empleos mejor pagados y en crecimiento las empresas privadas o públicas?… ¿Han compartido su «éxito» con la gente?: ¡quiá!

Podría decirse, por tanto, que estos lodos los han acumulado millones de toneladas de polvos muy, muy antiguos. Y, por cierto: con el orificio anal francamente dolorido e irritado a consecuencia de décadas de prebendas y de arrogancia del «oprimido», se presta el asunto de los polvos a hacer algunos chistes preñados de escatología homo-erótica; pero voy a contenerme.

Más que de esta caterva neo-nazi (¡ellos sí, ojo!: muy chulis y todo lo que tú quieras, pero aún no han alcanzado a la épica germánica «original»… ¿o es que esos espectáculos de exaltación aria no eran fabulosos espectáculos?), de lo que debería estar encargándose MI gente, mis gobernantes, desde hace décadas, es de MIS problemas, que son muchos: ¡INFINITOS!… ¿Para cuándo YO, NOSOTROS, Mariano et al.?… ¡¡¿¿PARA CUÁNDO??!!… ¿Nos forzaréis a una revuelta, a este paso?… ¿A eso aspira una España con VOCACIÓN de perdedora?… ¡¡ME DAN PÁNICO LAS EVENTUALES RESPUESTAS!!

¿Os pongo un ejemplo de problema concreto?… Veréis: desde que los «pueblos elegidos» fueron consagrados como tales, aparte de sus prebendas «históricas» y «Konciertos» (¿De San Ovidio?: ¡pobre España ciega!), sus ciudadanos y ciudadanas han visto BLINDADA su función pública con sus respectivos idiomas vernáculos; al tiempo que invadían (al menos, nada se lo impedía) el resto de las ofertas públicas de trabajo del «estado español». Para más inri, se les valoraba con «méritos» su titulación en eusquera, por ejemplo, en Punta Umbría.

Que la «igualdad» entre españoles es una falacia (tan arraigada como todas las mentiras repetidas millones de veces), es algo ya reiterado aquí, y en miles de foros: hasta la saciedad. Lamentablemente, además de la incompetencia y corrupción de los políticos de toda tendencia en España, ÉSTE, y no otro, ha sido -¡y aún lo ES!- el PRINCIPAL PROBLEMA de este desgraciado país: chuleado y en fase de despiece.

De ahí el tono «profético» del titular de Peter Bradshaw, de «The Guardian»: «A gigantic spectacle of pure hallucinatory craziness» (Un gigantesco espetáculo de pura locura y alucinación). Esto es lo que nos aguarda. ¡Estén atentos! (o en guardia… n).

P.S. de la postdata: «The Guardian» resultó ser, junto a «The Independent», mi diario favorito en mi época británica. Su calidad y perspicacia no le vacuna del todo frente a los prejuicios y desprecio de lo «latino», ni neutraliza su puro «anglismo», me temo: igual que al escorpión nada le refrena de lanzar su aguijón, llegado el caso.

~ por ofisiswithoutastone en septiembre 29, 2017.

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