PARA LOS QUE NO SABÉIS NADA SOBRE ESTO

Un servidor está en una lista. Lo «normal» es estar de paso en ella. Lo más «lógico» es que los que se ponen a la cabeza (un día lo consiguen por haber sido reconocidos su mérito y sus conocimientos en una serie de exámenes, llamados «oposiciones») vayan pasando, algún día, poco a poco, a la «Sala VIP».

De esa forma, poco a poco, como digo, éste que les escribe (rechazado en su tierra por sus propios colegas, ya cuatro veces) ha ido avanzando en la susodicha lista, como resultado de la «eliminación» de los colegas más veteranos y con, posiblemente, más méritos (aunque nada es tan discutible como esto en nuestro mundillo, una vez que se conoce a fondo: por desgracia, yo ya lo conozco a fondo).

En los últimos exámenes (y estando yo situado en una -entonces- cómoda octava posición) nuestros nunca bien ponderados colegas (y, en mi opinión, profundamente EQUIVOCADOS en sus propias ponderaciones) decidieron que sólo uno de los ocho primeros aspirantes estaba «suficientemente preparado» para afrontar la responsabilidad vitalicia de ser funcionario de carrera. Por esa razón, éste que les escribe sólo pudo avanzar un puesto en la odiosa lista.

Una posición sobradamente cómoda durante años, se ha convertido, de repente, a merced de los espantos que nos amenazan a todos (a unos más que a otros), en el mero borde de una cornisa sobre un abismo… No me consuela nada el hecho de haber estado dos años previendo el desastre, así como la magnitud de la injusticia cometida con no pocos de mis colegas interinos: expertos, trabajadores, competentes, serios, decentes y comprometidos con su profesión y con sus familias… De la mayoría de ellos puedo dar fe; y por mí mismo, respondo personalmente.

Quiero que se sepa que dramas terribles y fracasos arbitrarios e INMERECIDOS se han cometido bajo el amparo del secreto y de la «Sagrada Soberanía» de algunos Tribunales; que hay, ahora mismo, profesionales y personas VALIOSÍSIMOS condenados a un futuro incierto -y hasta horrible- sin que ninguna ley humana o divina lo avale o justifique lo bastante.

Y lo afirmo con la cabeza muy alta: con una seguridad y una fuerza moral que para sí quisieran algunos de los que, en estos años atrás, nos han estado diciendo, una vez tras otra, que no éramos lo bastante buenos para ellos o para nuestros alumnos.

Hoy han salido las listas con las migajas… ¡BENDITAS SEAN LAS MIGAJAS DE HOY, QUE ACASO SEAN LOS FESTINES DEL FUTURO!…

~ por ofisiswithoutastone en julio 9, 2012.

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